jueves, 7 de noviembre de 2024

 




Rafael González y Madrid (Machaquito)



            Al tomar la alternativa de manos de Bombita (Emilio), le cedió éste el toro Costillares, negro listón, de Veragua, según se dicho, y su ascensión no se hizo esperar. Los principios toreros de este espada fueron los mismos que los del anterior, hasta que uno y otro tomaron la alternativa en la fecha que se menciona al ocuparnos de su compañero, si bien hay que advertir que Machaquito, antes de unirse a Lagartijo ya había toreado algo, aunque poco, con Revertito, Rafael el Gallo y Redondo. Su pundonor profesional y sus grandes estocadas le abrieron las puertas de la fama y labraron su prestigio; lo hacía todo, y si no brilló por su finura, su vergüenza torera y la firmeza de su voluntad fueron resortes poderosos para facilitar su encumbramiento. Los percances sufridos no relajaron sus bríos; fue un caso parecido al que hoy ofrece Diego Puerta, y no podemos ver torear a éste sin dedicar un recuerdo a aquel valiente estoqueador cordobés, quien tampoco fue manco toreando de capa, clavando banderillas y pasando de muleta. Mientras fue matador de toros tomó parte en 754 corridas y dio muerte a 1.853 toros, en cuyas sumas incluimos lo referente a sus campañas en México durante los inviernos de 1903 a 1904 y de 1912 a 1913. Sufrió diecisiete percances de más o menos gravedad, el de mayor importancia en Palma de Mallorca, el 4 de julio de 1909, que le hizo perder 32 corridas. Estuvo en posesión de la Cruz de Beneficencia por su hazaña memorable en Hinojosa del Duque (Córdoba), donde, toreando el 29 de agosto de 1902, se hundió un tendido de madera. Como no había barrera en la plaza, muchos espectadores cayeron al redondel, y gracias a que Machaquito, en seguida, sin vacilar, mató de una soberbia estocada al toro que se estaba lidiando, no ocurrió una catástrofe. Su última corrida fue la celebrada en Madrid el 16 de octubre de 1913, sin anuncio previo de su retirada. Alternando con él Rafael el Gallo y Juan Belmonte, en ocasión de ser doctorado éste por el espada cordobés, y el último toro que estoqueó, llamado Lunarejo, colorado, era de la ganadería de Bañuelos. Cinco días después, el 21, hallándose en un hotel madrileño con su familia, y en un momento de cariñosa expansión, tuvo un arranque de los suyos, propio de su carácter, de su nerviosidad, pidió una tijera y se cortó la coleta. Dos días antes se había despedido Ricardo Bombita. Empezaba la época de Joselito y Belmonte. Machaquito vivió retirado en Córdoba, disfrutando de lo que ganara con los toros, hasta el 1.º de noviembre de 1955, fecha de su fallecimiento. Había nacido en dicha ciudad el 2 de enero de 1880.




Jose Luis Cuevas

Montaje y Editor

Fermín Muñoz y González (Corchaíto)




De qué le venía tal apodo a este diestro? De que se llamaba, en realidad, Fermín MuñozCorchado y González, lidiador de corta estatura, valiente y avispado y de extraordinaria simpatía. Nació el 11 de octubre de 1883 en Viso de los Pedroches (Córdoba), fue dependiente de una camisería en dicha capital, se hizo torero al dedicarse a matar novillos, y al presentarse como tal en Madrid el 5 de abril de 1903 –con Mazzantinito y Cocherito y toros de Biencinto— obtuvo un señalado triunfo que sirvió de carburante para hacerle circular por todas las plazas españolas. Sus características fueron la valentía y la vergüenza torera; pero estas cualidades no son suficientes para medrar, y menos cuando de toreros de corta talla se trata. Esto, al menos, era lo que ocurría antes. Hoy, con la propaganda desorbitada que impera, es otra cosa. Tomó la alternativa en Madrid el 8 de septiembre de 1907, de manos de Vicente Pastor, con Rafael el Gallo de testigo y mediante cesión del toro Mediabanda, de Murube. Se fue defendiendo hasta el año 1912: después bajó considerablemente, y el 9 de agosto de 1914, toreando en Cartagena con Lagartijillo-chico y Celita unos bueyes de Félix Gómez, le cogió el segundo de la tarde al entrar a matar después de haberlo levantado el puntillero, y sufrió dos cornadas tan gravesque murió a los pocos minutos. A beneficio de su viuda e hijos, y bajo los auspicios de Joselito el Gallo, se celebró una corrida en Córdoba el 27 de septiembre de 1916 con feliz resultado económico.




Jose Luis Cuevas

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Manuel Rodríguez Sánchez (Manolete)




         Nació en Córdoba el 4 de julio de 1917 y fue hijo de aquel Manolete de la promoción de 1907 que obtuvo la alternativa de manos de Machaquito; ejerció de novillero poco tiempo durante la guerra, y en vista del buen cartel alcanzado en Sevilla, en esta capital recibió la investidura de matador de toros el día 2 de julio de 1939, con Chicuelo de padrino y toros de don Clemente Tassara, de los cuales, el de la cesión llevaba por nombre Mirador y era negro. Testigo de esta ceremonia fue Gitanillo de Triana (R.). La confirmación de dicho grado en Madrid se efectuó el día 12 de octubre de aquel mismo año, con el cartel que hemos dicho al ocuparnos de Juan Belmonte Campoy. Desde aquel momento, la afición se <<manoletizó>>, pues la erecta posición vertical del diestro cuando toreaba, su espigada figura, el ritmo que imprimía a sus movimientos, la precisión admirable que daba a su toreo, sin concesiones de mal gusto, su recia personalidad, en suma, imprimieron a su singular estilo gran solemnidad y empaque. Agreguemos a estas cualidades el elevado concepto que tuvo de su responsabilidad –nota destacadísima en su manera de ser–, y el lector podrá formarse una idea aproximada de los fervores que inspiró a las multitudes lo mismo aquí que en los países americanos que visitó, efectos vehementes que con su trágica muerte subieron al más alto nivel, hasta el extremo de haber hecho de este gran torero cordobés una especie de ficción alegórica. Pero transcurridos los años y desaparecidas las pasiones que produjo; hecha la debida decantación de sus méritos, bien podemos intercalar entre tantos elogios –todos merecidísimos– una censura, y es la de que negó el principio inmanente del arte de torear, que es el de <<cargar la suerte>>, y estableció el toreo de perfil, con el que se obtiene una especie de ganancia anticipada en el pase natural. Las corridas que toreó desde que tomó la alternativa hasta su muerte fueron éstas: en 1939, 16; en 1940, 50; en 1941, 58; en 1942, 72; en 1943, 71; en 1944, 92; en 1945, 71; en 1946 permaneció inactivo voluntariamente y no toreó más que la de Beneficencia en Madrid, y en 1947, 21, que pudieron ser más de no haber actuado con restricciones. En sus dos campañas americanas sumó 49 corridas. Aparte su cogida mortal, no le hirieron mucho los toros, pudiendo considerarse como su percance de mayor importancia el del 9 de diciembre de 1945, al hacer su presentación en la capital de México. El día 28 de agosto de 1947 se celebró en Linares (Jaén) una corrida en la que se lidiaron seis toros de don Eduardo Miura y actuaron como matadores Gitanillo de Triana (R.) Manolete y Luis Miguel Dominguín, y el quinto astado de la tarde, llamado Islero entrepelado y marcado con el número 21, cogió a Manolete por el muslo derecho al dar una estocada superior –entrando a matar con gran dignidad profesional– y le produjo una tremenda cornada, en el triángulo de Scarpa, que le ocasionó la muerte a las cinco de la mañana del siguiente día. Esta tragedia, como las de Pepe-Illoel Espartero y Joselito el Gallo, hizo que Manolete pasara a la Historia con una aureola que solamente obtienen los héroes populares. Perteneció a la orden civil de Beneficencia, por sus repetidas y desinteresadas actuaciones de carácter benéfico.




Jose Luis Cuevas

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Antonio Luque y González (Camará)




Este diestro, primero de tal apodo, fue un sobrino de Panchón y nació en Córdoba el 3 de julio de 1814. Dio sus primeros pasos en el toreo aleccionado por su mencionado tío, quien le otorgó una alternativa en Baena (Córdoba) en el año 1836; pero la verdadera fue la que recibió de manos de Cúchares en Madrid el 24 de abril de 1848. Los críticos de su tiempo dijeron de él que tuvo más valentía que destreza. Su historia taurómaca es algo desarticulada y está llena de soluciones de continuidad; toreaba a salto de mata, de donde se saca en consecuencia que interesó muy poco a los públicos. Agotadas sus facultades físicas, abandonó definitivamente la profesión y se dedicó a algunos negocios, pero con tan mala fortuna, que en ellos perdió el poco dinero que había conseguido ahorrar. Y el día 11 de octubre de 1859 falleció en la ciudad que le vio nacer.




Jose Luis Cuevas
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José Dámaso Rodríguez



   José Dámaso Rodríguez y Rodríguez conocido como Pepete (Córdoba11 de diciembre de 1824-Madrid20 de abril de 1862), fue un torero español de la segunda mitad del siglo XIX. El primer matador de renombre en portar dicho apodo.

Nació el 11 de diciembre de 1824 en el barrio de La Merced en CórdobaEspaña. Su familia se dedicaba a la trata de ganado, negocio en que el también trabajó. Se casó muy joven con Rafaela Bejarano, que provenía de familia de toreros.

Sus inicios fueron en las cuadrillas de Antonio Luque Camará y José Redondo "El Chiclanero". Recibió la alternativa el 12 de agosto de 1850 en Sevilla, de Juan Lucas Blanco.​ Aunque existen discrepancias entre los historiadores en la fecha y lugar exacto de su alternativa.​ Se presentó dos años más tarde en Madrid, el 4 de julio de 1852, pero sería un año después que recibiera la confirmación de manos de Cayetano Sanz, el 27 de junio de 1853.

Era considerado un torero arrojado, que encendía al público, apasionado tanto por el ruedo como por el dinero. Se cuenta que en una ocasión que salió herido en el pecho por acercarse mucho al toro, comentó más tarde a sus amigos enseñándoles las lesiones: "…estas cosas me la curo yo mismo con esta meicina", que consistía en pasar por la herida la "moneda de oro" que había recibido en pago.​ Durante los años 1850, recorrería las plazas más importantes de España, recibiendo el reconocimiento de la afición y múltiples heridas.

El 20 de abril de 1862, en la plaza de toros de Madrid, el segundo toro de la tarde, un Miura llamado «Jocinero» derribó al picador en la suerte de varas, lo que hizo que saltara el diestro para quitarlo del caballo.​ Sin embargo, el toro alcanzó a Pepete en el corazón. Éste se levantó tranquilamente y fue andando hacia la barrera, donde cayó muerto.


(CONTINUARÁ)


Jose Luis Cuevas

Montaje y Editor