miércoles, 24 de julio de 2024

 R





              Rafael Guerra Guerrita (y V)

SEGUNDO CALIFA

Traemos un nuevo fragmento de libro Califas de Córdoba del que es autor nuestro amigo y aficionado, Alfredo Asensi.

Hoy os dejo este capítulo en el que el recrea como fue la alternativa de Guerrita y la opinión de los escritores de aquel momento.




Alfredo Asensi





José Luis Cuevas

Escalera del Éxito 254


1887: Alternativa de Guerrita

     La alternativa de Guerrita se celebra el 29 de septiembre de 1887. Tarde nublada y desagradable lo que no fue motivo para que los tendidos se llenaran de aficionados. El toro, de nombre Arrecio, es un feote ejemplar de Gallardo y Castro, que entró en la corrida de relleno, ya que los seis toros reseñados de entrada eran de la ganadería de Saltillo. El toro presenta muchas dificultades y mata al caballo de Antonio Pegote. Guerrita, observa todo, y está tranquilo. Cuando Mojino va a coger los palos, su padre, el viejo Caniqui que presencia el espectáculo desde la barrera, le advierte.

Ten cuidao, hijo. No te luzcas. El toro no se lo merece.

       Disimuladamente, Guerrita indica a Mojino que deje los palos y ordena a Almendro y a Primito que sean ellos los que pongan las banderillas. Caniqui, deja dibujada una sonrisa en su cara seca y arrugada. Pasado el tercio de banderillas, Lagartijo espera a Guerrita en el centro del redondel, mientras Mojino, y el Almendro mantienen entretenida a la res. Lagartijo usa la cordialidad cordobesa en su sonrisa y acento.



- Bueno, nene, ya ha llegado el momento. Ten cuidado con ese toro. No me gusta nada. Lo pasas unas cuantas veces con la derecha y cuando se cuadre, lo matas. Yo estoy a tu lado.

       Guerrita triunfó en su alternativa gracias a su viejo maestro que le salvó de una cornada segura cuando Arreció le derribó. Como un rayo, Lagartijo, evito la cornada llevándose al toro con su poderoso capote.

    Aquella noche, en el café Fornos, la tertulia de aficionados hablan de la corrida de la tarde. Sobre todas las voces destacan las de los escritores Antonio Peña y Goñi, Sánchez de Neyra y José de la Loma Sobaquillo, que muestra su satisfacción por el desarrollo de la corrida.

-      Lo que más me emocionó – y así lo destaco en mi revista- fue cuando los dos Rafaeles cogieron los palitroques. ¡Que dos pares de Guerrita! ¡Que dos pares de Lagartijo! En ese momento se juntó Roma con Santiago.



- Dígame, don José- pregunta Peña y Goñi- ¿Quién es para usted Roma?

-Lagartijo, por supuesto. Y, a usted, don Antonio, ¿Qué le ha parecido la corrida?

-        Bien, amigo mío. Ya sabe lo que yo opino sobre el toreo de Lagartijo, su Rafael I, creo que no ha estado a la altura de su categoría. De Guerrita ya sabe también mi opinión. Me ha gustado en los dos toros. Creo que en él hay que depositar las esperanzas. Lagartijo ha encontrado un digno sucesor. Y, bien haría en dejar su sitio libre para él. No quiero ni pensar en una rivalidad entre los dos.

        Sánchez de Neyra asiste respetuoso al parlamento de sus compañeros. A la hora de su turno, manifiesta.

-    Yo tengo que acrecer primeramente al maestro Lagartijo. Sin su capote salvador estaríamos hablando ahora de un Guerrita en la enfermería. Sin ánimo de criticarle habrá que decirle con el mayor de los respetos que la causa de la decadencia del Gordito fue ese abuso de adornos y de medias verónicas que también practica el cordobés. Creo que este torero tiene futuro, por eso habrá que pedirle que olvide el juego innecesario con el toro y que imprima más seriedad a su toreo.

     Sobaquillo, visiblemente nervioso, impaciente, tercia en el parlamento de Sánchez de Neyra

-     Algo bueno habrá hecho el muchacho, digo yo. ¿Han visto como ha matado a los toros? ¿No han oído acaso los aplausos que le dedico la afición?

-    Eso es lo malo, Sobaquillo. La afición ha estado demasiado condescendiente con ese torero. Yo deseo lo mejor para él y disfrutar con su arte muchas tardes. Por eso hay que decirle a Guerrita que no debe de retirar tan de pronto la muleta de la cara de los toros, so pena de echárselos encima, como ha pasado esta tarde. En cuanto a lo de matar, aplaudo su decisión de querer hacerlo recibiendo a su segundo. Con el tiempo aprenderá a introducir el estoque por línea recta, llegando al corazón, lo que por cierto esta tarde no hemos visto. Pero, ahí queda mi esperanza. En Guerrita hay un torero que nos va a deparar muchas tardes de satisfacción a los buenos aficionados.

-     Por lo pronto ya saben que ha escriturado ya su participación en la temporada de aquí del año que viene, la de Sevilla más otras quince corridas en Andalucía

       Era muy habitual en Peña y Goñi dejar muy sentado que era el escritor mejor informado del momento. Y, así, puesto el toro en suerte, remato:

-      Y sé de buena tinta que Guerrita se embarcará dentro de pocas fechas para Cuba a cumplir un sustanciosos contrato que le compromete a torear catorce corridas más la del benefició.


Rafael Guerra Guerrita se corta la coleta (II)


Segunda entrega del homenaje que El Callejón brinda a Rafael Guerra Guerrita en el 80 aniversario de su muerte.

      Volvemos al libro Califas de Córdoba de Alfredo Asensi para concluir el relato anterior referido a la despedida de los toros del II Califa. Hoy, con la ceremonia del corte de la coleta y la repercusión que tuvo esta retirada en la afición y en mentideros taurinos.

        Seguiremos en próximos días ofreciendo a nuestros seguidores otros relatos de nuestro amigo Alfredo Asensi sobre el gran torero cordobés.

         Llueve a cántaros sobre Córdoba aquel día de octubre de 1899, el día señalado. Van llegando poco a poco los invitados a la ceremonia. Amigos y familiares se acomodan en las dependencias de la casa de Guerrita en la cordobesa calle de Góngora. Al mediodía, en la galería de su casa, Dolores, su mujer, delante de su madre, de sus hijos, de los hombres de su cuadrilla y de varios amigos expresamente invitados, corta de un seco tijeretazo la coleta torera de su marido. Todos lloran. Las mujeres, de alegría; los hombres de su cuadrilla y los aficionados, de pena

- ¡Ya está! ¿Qué has sentido, Rafael? - La voz de Dolores endulza el tenso ambiente.

       Pero Rafael Guerra Guerrita no puede hablar. La emoción le atenaza y se echa en manos de su mujer, primero, y de su madre después. Besa a sus hijos y abraza a los hombres y mujeres que le acompañan. Su hermano Antonio es de los más afectados y guarda silencio en un rincón de la galería. De repente, se dirige a su cuñada, toma las tijeras que aún están en sus manos y se las ofrece a su madre con voz emocionada

- ¡Madre, tome. Córteme usted también a mí la coleta!

       Al escuchar Guerrita a su hermano, sale de su mutismo y lo abraza emocionadamente. Lloran los dos hombres mientras la señora Juana Bejarano cumple su misión. Hay un momento de silencio, de tensión, roto por la voz afilada de Rafael Moreno Beao, llamando al hijo menor del Guerra.


DESPEDIDA GUERRITA EN ZARAGOZA-FOTO BARREDA

-      Rafalin, ven aquí. Te he tenido entre mis brazos cuando eras un nene de leche. Quiero que seas tú. Coge las tijeras y córtame a mí también la coleta, que yo no quiero servir ya a naide después de haber sio picaor del mejó torero del Mundo.

       Juan Molina, asegura que también se retirará pero prefiere hacerlo en otro momento, con los suyos. Patatero, Zurito y Arana están en dudas. Al final, con las emociones más calmadas Guerrita pide que corra el mejor de sus vinos.

       Al calor del montilla se habla de todo, se cuentan historias, reverdecen los recuerdos. Y se habla de las ausencias. Lagartijo el Grande, mayor y enfermo, está en la Aliseda. Torerito está en cama, enfermo. Bebe, Machaquito y Lagartijo Chico están lejos, toreando

Conmoción en la Fiesta

        La retirada de Guerrita causó enorme conmoción en el mundo taurino. Enmudecieron para siempre sus detractores y salieron a la luz los lamentos, en forma de loas, de quienes supieron valorar de una forma imparcial y por separado, al hombre y al torero. “Se ha ocultado el Astro Rey en un crepúsculo voluntario”- escribe El Marqués de Premio Real. “Ahora sí que se va. ¡Gemid villanos, todos en él pusisteis vuestras manos. ¡Adiós, Guerrita! Lías los capotes, enfundas las espadas, cargas al hombro el hatillo, y sonriendo cocodrilamente, nos dices: ¡Adiós, Madrid, malegro verte güeno”- Nunca quiso explicar Don Modesto, autor de este comentario, como llegó a saber de aquellas palabras intimas de Guerrita. El crítico Don Hermógenes, resumió la despedida así: “Guerrita dejó el toreo y se llevó la llave”. Emocionadas y sinceras las palabras, entre otras de M. Barrio en Sol y Sombra “ Me alegro de tu retirada, Guerrita. Porque cesan las inquietudes, los sobresaltos de tu familia y las molestias que tu agitada profesión te ha proporcionado; pero lo siento mucho por la soledad en que nos dejas a los verdaderos aficionados, a los que amamos el arte de la lidia y no el rudo y bárbaro luchar de los hombres con las fieras. Te doy la enhorabuena, pero recibo el pésame en nombre de la afición”. Luis Carmena y Millán, loa en su poesía la retirada de Guerrita:

Montes, Curro Guillén, El Chiclanero

Y otros grandes colosos de la lidia,

Hubieran presenciado con envidia

Tus hermosas faenas de torero.

De tanto brillo tu labor ha sido,

Que elevando al pináculo tu fama,

Hoy la afición entera te proclama

Como el mejor torero que ha existido.

Al dejar de vestir la taleguila

Y tranquilo a tu casa retirarte,

Puedes decir que diste gloria al arte,

Pero también le has dado la puntilla.

           En los mentideros taurinos no se habla de otra cosa. En las tertulias se enjuicia una carrera taurina sin precedente cortada en seco por la incomprensión y la maledicencia.

      Reunidos en Fornós los críticos y revisteros del momento, José de la Loma Don Modesto; Mariano Herrero Don Cándido y Antonio Peña y Goñi, comentan la retirada del gran torero.


CLUB GUERRITA. 

-          Hace bien retirarse. Los grandes artistas no tienen la obligación de aguantar las veleidades de un público degenerado, desquiciado y desnivelado- habla así Don Cándido enseñando sus dientes amarillos- Yo no he visto en mi vida ignorancia tan supina como la de esta gente que denostó al Guerra.

-         Tiene usted razón, don Mariano- quien ahora habla es Don Modesto- Esta patulea que se hacen llamar defensores de la fiesta ya puede dormir tranquilos. Ya no turbará sus sueños la espantosa pesadilla del ilustre cordobés. Guerra, antes de que lo aplasten estos cretinos, ha descendido voluntariamente de su puesto dejándolo vacío. Ahí está- la voz de don Modesto se torna retadora- que llegue a ocuparlo quien se sienta con alientos para ello. Me da el corazón, amigos, que el puesto que deja vacante Guerrita estará sin que nadie lo ocupe en mucho tiempo. Ahora tienen su oportunidad Antonio Fuentes, Algabeño, Mazzantini, Antonio Reverte, Quinito, Dominguín y Parrao. Se acabaron los toreros como él y antes que él como Lagartijo y Frascuelo! Pero de esto quien mejor puede opinar es don Antonio Peña y Goñi, aquí presente.

       Al sentirse aludido, el excelente escritor taurino y crítico musical, hace uso de la palabra que desde rato esperaba.

-         Ya que ha mencionado usted, a estos tres genios de la torería, le diré que tengo resuelto un estudio, que muy pronto publicaré, donde afirmo resueltamente que Guerrita es la resultante lógica y natural de Lagartijo y Frascuelo, a la par. Que nunca se ha parecido a nadie, ya que siempre ha sido el mismo, con su fisonomía propia. El destino siempre ha distinguido a los grandes con el sello de la individualidad. Guerrita tomó del uno y del otro y lo adapto a su temperamento lo que mejor podía, quedando sin embargo -sin parecerse a ninguno de ambos- con luz propia y relevante personalidad. (Continuará)



No hay comentarios:

Publicar un comentario