miércoles, 18 de septiembre de 2024


SE CUMPLEN VEINTE  AÑOS DE LA ALTERNATIVA DEL CORDOBÉS ANDRÉS LUIS DORADO




ANDRÉS LUIS DORADO

            
                                 
                                             AMBEL POSADAS
                            CAROL GIL

“CUANDO TRIUNFAN LAS GANAS”
Priego de Córdoba. 1 de septiembre de 2013.

En la historia del toreo, cuando los empresarios eran aficionados de verdad porque casi todos ellos sentían de una manera u otra, ese “gusanillo” que hace a los hombres del toro diferentes, generosos y amantes de su profesión, las cosas eran de otra forma. Los empresarios admiraban esa ilusión de los chavales que demostraban, con su valor y entrega, las ganas de que su nombre figurara en los carteles de postín, les daban la oportunidad de ganarse a ley su repetición y el figurar en ellos en las mejores ferias. Esos empresarios bien llamados románticos, poco a poco han ido desapareciendo, y el toreo se ha convertido en un negocio que, carente de esa virtud, poco a poco, ha ido decayendo hasta llegar a la encrucijada en la que hoy se encuentra.


          Muchas han sido las anécdotas que protagonizaron las ganas de ser torero. De entre ellas, viene a colación la que protagonizó Miguel Báez “Litri”, cuando alguien de su entorno le dijo: “a ver si hay suerte y hoy te embiste algún toro”. A lo que él contestó: “bueno…, y si no, embestiré yo”.

           Eso ocurrió el pasado día 1 de septiembre en Priego de Córdoba, en la corrida anunciada con toros de Manuel Blázquez, para Andrés Luis Dorado, David Mora y Jiménez Fortes. Después de muchas vicisitudes, se logró salvar el espectáculo con un encierro de Jodar y Ruchena, para Dorado, Ambel Posada y Caro Gil.

          No es la primera vez que Andrés Luis Dorado ha demostrado que con voluntad, con ganas y el factor suerte se cortan las orejas, porque los aficionados están ávidos de ver savia nueva, en la que se muestren esas ganas de agradar, como si de un principiante se tratara; “embistiendo cuando no lo hacen los toros”. Eso el público lo sabe reconocer, lleva al triunfo y, al final, todos contentos, aunque el éxito económico no sea el deseado. Esto último queda para los carteles de relumbrón, con toritos a modo que si no embisten, tampoco lo hace el torero, y si el público se enfada con él, encima, con toda desfachatez, declara en la prensa, al día siguiente, “que ese público no sabe de toros”.

           Lo curioso es que, al año siguiente, vuelve a estar en los carteles de esa feria y el público se lo vuelve a tragar con más de lo mismo. Así está esto y la solución es difícil mientras la fiesta esté en manos de cuatro, que manejan todo a su antojo sin importarle otra cosa que su interés económico.

        La caída del cartel de Mora y Fortes, junto a otros problemas surgidos, dieron lugar a que, al final, el público no asistiera con la afluencia que normalmente lo hace en esta plaza. Sólo se consiguió menos de la mitad de su aforo.

        Los toros, cinqueños casi todos, se movieron sin más, excepto el cuarto que dio más juego.
Dorado, a fuerza de lo dicho, ante las condiciones del primero optó por el arrimón, acertó con la espada después de un pinchazo y le arrancó una oreja a ley. En el segundo, que dio el mejor juego del encierro pero que había que entenderlo, después de una faena muy entregada, con ambas manos, cuidando su embestida con mando y temple, consiguió una buena estocada entrando con muchas ganas, y  tras el descabello, le cortó las orejas, refundando el título de esta crónica: “cuando triunfan las ganas”.

            No brillaron precisamente las ganas en Ambel Posada, pues el chaval se mostró toda la tarde bastante desganado, echándole poca carne al asador. Después de algunos muletazos de buen trazo, y estocada de rápido efecto consiguió una oreja en su primero. En el segundo estuvo algo más empleado pero el toro no le dio más opción.
Cari Gil, pese a las pocas condiciones de su lote, mostró muy buen corte de torero, sobre todo en su primero, con el que estuvo muy firme con capote y muleta, calentando al público, pero la espada le privó de trofeos. El público reconoció su labor y le hizo saludar desde el tercio.
En el segundo, que se rajó muy pronto, dando oleadas hacia las tablas, tampoco consiguió redondear y, después de una estocada, hubo silencio.

         Destacamos un buen par de Tornay, y dos buenos quites de Arjona, ambos de la cuadrilla de Andrés Luis Dorado.
          Se guardó un minuto de silencio por la muerte del Concejal José Moral Gutiérrez.
                                                  Domingo Echevarría
JOSE LUIS CUEVAS

FOTOGRAFIAS MONTAJE Y EDITOR



 REPORTAJE GRÁFICO J.L. CUEVAS





















 UN MOMENTO VOY A BEBER  AGUA 





























NUEVO TRIUNFO ROTUNDO DE ANDRÉS L.

 DORADO


                                 







 
Almonacid de Zorita (Guadalajara). 11 de septiembre 2013.

Envidia ajena sentimos al asistir a espectáculos taurinos en Plazas de Toros de Despeñaperros para arriba. Esto nos ocurrió ya la primera vez que visitamos el pueblo de Almonacid, en 2011, con motivo de la actuación de Andrés Luis Dorado, en la Plaza de Toros de aquella localidad alcarreña.  


         Cuenta Almonacid con una bonita Plaza de Toros, en el paraje denominado “el Rollo”, terrenos donados por D. Federico Fernández de Heredia al Ayuntamiento. Esta plaza cuenta con un ruedo de 32 metros de diámetro, uno y medio de callejón, ocho chiqueros, desembarcadero, desolladero, bar, enfermería, taquillas, aseos, palco presidencial y un tendido de mil doscientas localidades cómodamente acopladas. Sin embargo, lamentablemente, en la plaza del Pilar de la Carlota, siendo de bastante más aforo, el Reglamento andaluz, no autoriza en ella ni novilladas picadas.


           Los espectáculos en Almonacid se celebran a puertas abiertas, ¡así… como suena!
Como es natural, el lleno fue absoluto, viviéndose el espectáculo intensamente. Asistieron muchos aficionados/as de los alrededores, y Madrid, para ver la corrida de toros y la suelta de reses por las calles, tanto para adultos como en su modalidad infantil, para lo que se cuenta con una infraestructura al efecto de mucha categoría, como podemos apreciar en el reportaje gráfico que realizamos.





            Damos desde aquí la enhorabuena a su alcalde, a la corporación municipal, y a todos los ciudadanos de aquella localidad, que sabemos lo que luchan por el esplendor de sus fiestas, a la vez que rogamos a los responsables de muchos municipios de nuestra comarca, que tomen buena nota, pues Almonacid es un buen ejemplo de que cuando se quiere se puede dar categoría a unas fiestas populares, y que tengan en cuenta que los espectáculos taurinos siempre han sido la mejor carta de presentación de la identidad de los pueblos de España, aunque hoy día, los intereses políticos quieran hacer ver lo contrario. Almonacid si cuida con esmero sus raíces, siendo consciente del dicho: “Pueblo que no sabe de dónde viene, no sabe hacia dónde va”.  No es para menos pues ya en 1534, en la llamada Plaza del Coso, de aquella localidad, ya se celebraban actos taurinos.





Las fiestas de éste año se relacionan en el cartel que reproducimos.

          El pasado día 11, se lidiaron 4 toros de Juan Albarrán para Andrés Luis Dorado y Juan Ramón García “Chechu”, manejables en general. El tercero tuvo sus complicaciones y el cuarto se paró pronto.





            Andrés Luis está en un momento muy importante de su carrera. Cuatro actuaciones lleva esta temporada, y en ellas, ha cuajado los ocho toros, lo que demuestra que, a los ocho supo plantearles su faena, consiguiendo con ellas 12 orejas y 2 rabos. Además, los que lo vimos, sabemos que, en Cabra, aunque no estuvo acertado con la espada, también cuajó sus dos toros y tuvo en sus manos otra puerta grande.

              Ya con su primero, estuvo con mucho desparpajo. Asentado, inició su faena por alto, para continuar con ambas manos, en series muy templadas, dándole al animal sus tiempos, hasta cuajar una faena en la que aprovechó al máximo las condiciones del animal. Remató de una estocada que bastó, paseando las dos orejas entre aclamaciones de un público que le arrojaba prendas por doquier.

             En su segundo, el de más peso del encierro, vino la apoteosis. El de Albarrán, era un toro listo, de esos que saben reservarse en el caballo y a la salida de él, haciéndose el lila, para hacer creer que no necesitaba más castigo y, después, venirse arriba y tratar de desbordar al torero. Pero Dorado se dobló con él, y dándose cuenta que no se le podía dejar pensar mucho, le plantó cara con decisión y consiguió una faena inteligente de mucho nivel, que el público reconoció, y tras una gran estocada sin puntilla, a los gritos de ¡torero, torero!, paseó el anillo con los máximos trofeos. Alzado a hombros, tras cruzar la puerta grande, correspondió a la multitud de jóvenes aficionados/as, entre felicitaciones, petición de autógrafos y fotos de recuerdo, de aquel torero de Córdoba, con el que compartieron triunfo en su bello pueblo.

              Juan Ramón “Chechu”, torero muy querido en aquellas tierras, no anda fino con la tizona. En su primero estuvo muy en torero, con esa línea clásica que le caracteriza. Toreó de capote dejando caer las manos con mucha torería, y rematando con medias de mucho gusto. Con la franela, muy asentado por ambos lados, demostró su maestría, dejando constancia de que tiene su oficio muy bien aprendido. Tardó en hacer doblar al toro, pese a ello se le pidió una oreja, la que paseó recogiendo las muestras de cariño de un pueblo donde se le quiere.

              Su segundo, al que recibió de rodillas en chiqueros, se paró pronto pero el madrileño le hizo una faena con mucha entrega que le valió la segunda oreja, tras fallar de nuevo con la espada. Finalmente fue alzado a hombros junto a Dorado y así salió también de la plaza, con otra puerta grande en su haber.

                        Una buena tarde de toros en todos los aspectos, pues lució el sol, respetó el aire, y todo el mundo disfrutó de la grandeza de una fiesta que sí que es también un grandísimo Patrimonio Nacional, admirado por el mundo entero, a pesar de sus detractores.                                             
                                                       Domingo Echevarría

Reportaje grafico domingo echevarria

JOSE LUIS CUEVAS

 MONTAJE Y EDITOR


 DORADO EN CHILLÓN ( CIUDAD REAL )




DORADO: APOTEÓSICO INICIO DE TEMPORADA.

           CHILLÓN (CIUDAD REAL) 15-8-2013. Una vez más, la falta de unidad de criterio en la reglamentación taurina perjudica a la fiesta. Ayer en Chillón (Ciudad Real), reglamentariamente se negó un indulto cantado a un extraordinario toro de “Jaralta”, de nombre “Sabrinero”, número 134, negro listón. El reglamento de Castilla la Mancha prohíbe en estas plazas el indulto. Algo que hoy día, por el trance que sufre la fiesta debería de reconsiderarse, pues toros de esa calidad merecen el indulto a todas luces, algo que beneficia a la fiesta en todos los sentidos:  se hace justicia a un animal que merece volver a sus lares a padrear, después de honrar a su ganadero y sacar a la luz, con su bravura, ese misterio eternamente fugitivo que es el arte del toreo, en el que radica su grandeza.

           Dorado, con esas ganas que mueven la ilusión de un chaval que inicia su temporada, después de sufrir viendo como se desvanecían ajustes anteriores, ya a estas alturas del calendario, encontró el complemento ideal: la bravura y la nobleza de “Sabrinero”. El torero le hizo de todo por ambos pitones. El toro respondía pronto a las llamadas, y seguía el engaño en muletazos largos y templados, de corte excelente, donde el chaval descargó su torería.  Después de la negativa del público a que matase al animal, y la de la presidencia oponiéndose a ello, tiró por la calle de en medio y agarró media contundente y bien colocada, que no bastó, por lo que el uso del descabello le privó de conseguir el rabo. Finalmente se reconoció la calidad del animal con la vuelta al ruedo.

         Con su segundo, un toro con cuajo, que salió pidiendo papeles, el peor del encierro, que no quería nada por arriba, a fuerza de jugarse el tipo, lo metió en la canasta. Bajándole mucho la mano desengañó al  “zambombo”, le recetó un estoconazo superior del que rodó sin puntilla y consiguió los máximos trofeos. Apoteosis final merecida para este chaval, que pese a no tener la justa compensación de su esfuerzo en la pasada temporada, con este triunfo, nos viene diciendo que no se rinde.

           Completó este mano a mano el madrileño José Ramón García “Chechu”. Tiene también buen corte este chaval. Le anda a los toros con mucha tranquilidad, tanta que a veces, no vende su labor en lo que ella merece. Dos buenos toros también los de su lote. “Chechu” luce muy bien de capa, corre las manos con el capote con mucha elegancia y las recoge con un sello de tinte muy personal. Su valor sobrio transmite una tranquilidad que a veces no cala en el público, tal vez porque éste la interprete como cierta desgana, y eso le perjudica. Toreó a sus dos toros con mucha quietud y temple. Mató superiormente. La estocada a su segundo fue magistral y de efecto espectacular, por lo que consiguió los máximos trofeos. Ya había obtenido las dos orejas de su primero.

          Los dos chavales, con cuatro orejas y un rabo por barba ya en el esportón, pasearon la plaza a hombros con merecida puerta grande.

      Vimos a muchos aficionados de Córdoba y provincia. La coqueta plaza de Chillón (construida por el pueblo)  registró algo más de media entrada; después de estar cuatro años sin toros, tuvo una gran reapertura. Que tomen nota de ello los indecisos responsables de otras muchas plazas en desuso.

                                                          Domingo Echevarría





EN CABRA: “LAS MONTERAS BOCA 

ARRIBA”

 





7 de septiembre 2013. Algo menos de media entrada.

Entre las supersticiones del mundo taurino, las demás “cara al público“, están las del color amarillo y la de la forma de caer la montera después del brindis. El amarillo por su parte es el color de la ictericia o humor amarillo, vocablo  que deriva de amargo o amaro, por lo que unido a que es el color de muchas sustancias venenosas se asocia al “mal fario”. Sobre el vocablo fario hay varias versiones. Según Casares, se parece mucho al verbo latino “fari” que significa hablar, decir. Por tanto según esta etimología entramos en el uso mágico del lenguaje: maldecir/maldición.

          Según el académico José María Mena es una palabra de origen árabe: fal = augurio = agüero.

          Respecto a la montera, al parecer, es costumbre que heredaron los toreros de los primeros alanceadores de toros, pues cualquier prenda que cubría la cabeza, si caía hacia arriba suponía mal augurio, aunque para Rafael “el Gallo”, era lo contrario – y esto no deja de ser curioso por lo supersticioso que era – pues “el divino calvo” pensaba, que si caía hacia arriba, atraía la gracia del cielo.
Lo cierto es que en la corrida del pasado día 7 en Cabra, en la que se corrieron toros de Jaralta, la montera de Andrés Luis Dorado y la de José Ramón García “Chechu”, cayeron hacia arriba después del brindis al público. Dorado perdió las orejas de su primero, pues después de una buena faena a este bravo toro, que no se tragaba más de tres con la zurda, la espada le privó de ello.



         El comentado “malfario” se prolongó a su segundo. Un toro que, al tomar el capote, hizo que el torero tomara los recursos de su maestría para que no se lo llevara por delante. Pero “Estirado”, que así se llamaba, después del caballo, rompió, se vino arriba, y el torero, sabiamente, se dobló con él con mucha firmeza, mando y torería,  en el recibo con la franela, ganándole así la pelea, pues el toro quedó ya a su merced toda la faena. Faena muy importante, pues el toro quedó muy entero en varas y Dorado, echándole la muleta abajo, sometió su bravura, calentando el ambiente a un nivel, que de no ser por la espada, hubiera refundado, el éxito del pasado año. No obstante dejó patente de nuevo que es un torero muy digno de tener en cuenta. Agradeció el público la entrega del chaval, pidiéndole finalmente la oreja que el presidente, justamente concedió.

           Topó “Chechu” con un huidizo primero, al que finalmente le consintió tablas, y allí lo toreó magistralmente con ambas manos, pero al final, por la imposibilidad de ligazón y el descabello quedó en una oreja.

           El segundo, el más grande de la lidia ordinaria, se rajó pronto, y el desacierto con la espada hizo silenciar su labor.

             Brindó el rejoneador portugués, David Gómes, uno de sus toros, a la reina de las fiestas y a sus damas de honor. No acerté a ver cómo cayó su chapéu portugués pero algo debió ocurrir, pues la mala suerte también estuvo presente al devolver una prenda a las damas del palco, ya que la envió al tejado de la plaza, aunque en esta ocasión, fue motivo de chispa humorística para ellas y el público.  La faena a su primero estuvo muy trompicada, llegando el bravo toro varias veces con contundencia al caballo al realizar los quiebros. Se premió su voluntad con una oreja, al igual que en su segundo que también fue muy bravo. Salió a hombros.

           También puso su chispa de gracia el puntillero del portugués al finiquitar al primero, pues con sus ademanes destacó su fornido físico y puso otra nota simpática a la tarde.


¿Monteras hacia arriba o hacia abajo? Dejemos  a cada uno con sus creencias, pero que siempre atraigan a la buena suerte.

                                                                    Domingo Echevarría

JOSE LUIS CUEVAS

FOTOGRAFIAS MONTAJE Y EDITOR