LADISLAO RODRIGUEZ
GALÁN “LADIS”
Cordobeses en la historia
El
decano de los fotógrafos de prensa y memorial gráfico de Córdoba
MATILDE CABELLO:
REPRODUCIMOS HOY EL REPORTAJE
DEDICADO A LADIS, QUE MATILDE CABELLO, PUBLICÓ EN EL DÍA DE CÓRDOBA, Dentro
de su serie CORDOBESES EN LA HISTORIA:
La pareja tendría cuatro hijos: Ladislao, José
Antonio, María Teresa y Alejandro. Ella pediría excedencia y él se dedicaría de
lleno a la fotografía, compatibilizando la periodística con su mayor afición:
el reportaje taurino.
Aquella tarde del 29 de agosto del 47, escrita
con divisa negra en la historia de Córdoba, nacían los mellizos de Ladislao y
Antoñita. Uno de ellos heredaría, además del nombre del padre, la pasión por
los toros y el fotoperiodismo.
Ladislao Rodríguez Galán se decantó desde los
primeros años por la compañía del padre en los campos de fútbol, a los combates
de boxeo, el flamenco, las recepciones oficiales, las corridas de toros y los
espectáculos prohibidos a veces a los menores, como recuerda ahora: "En
las ferias, cuando venía Manolita Chen, me dejaban en la puerta del circo hasta
que mi padre salía con las fotos". Había pasado ya por su primera
escuela, la de la Divina Pastora, en donde estuvo hasta los 8 años, edad en la
que se consideraba que los niños debían apartarse de la educación mixta. Así
fue como llegó al Cervantes de la Plaza de La Compañía. Con 13 añillos ingresó
en la Academia Espinar y tuvo su primera cámara; la que conserva todavía como
la mejor herencia recibida. Ahí comenzó a enseñarle al padre las fotos que
hacía incesantemente, tal y como había aprendido de él. Desde entonces dice
sentirse "desnudo sin ella; es como una prolongación de mí mismo y
siempre va conmigo, porque la calle es un muestrario sin fin de posibilidades".
Ladislao Rodríguez Galán, pregonero de la feria
Taurina, 2016
De la Academia Espinar pasó a la Escuela de
Magisterio, pero "yo estaba ya envenenado con la fotografía" y
durante dos cursos intentó convencer al padre de que lo suyo era seguir sus
pasos. A punto de acabar la carrera consiguió que le dejaran ser reportero
gráfico antecedido por sus primeras publicaciones, que desde 1960 aparecían en La
hoja del Lunes,
dirigida en Córdoba por el célebre periodista Quesada Chacón, a cuyas órdenes
estaba también Ladis-padre. Siete años después, era ya corresponsal de diarios
gráficos nacionales y regionales, de la Agencia CIFRA de Madrid, que acabaría
siendo EFE, y posteriormente de Europa Press. Con la misma intensidad se volcó
en revistas y publicaciones taurinas de prestigio como Dígame, El
Ruedo, El Burladero o Tendido 13, en donde conjugó fotografía
y crítica con su trabajo de funcionario.
Su implicación con todo lo cordobés lo llevó a
colaborar asimismo con revistas populares en la línea de Patio Cordobés
y otras de corte social y valiente como El Cordobés y Tendillas 7,
miradas con lupa en los tiempos de pelea del espeleño Manuel Sánchez Blanco
contra aquella censura todavía sin tapujos.
En 1978, junto a un grupo de fotógrafos de
prensa, fue artífice de la fundación de la Asociación Nacional de Informadores
Gráficos en Madrid, asumiendo la delegación de Córdoba, y en enero de 1989 se
implicó en la directiva de la Asociación de la Prensa Cordobesa. Sería la
década del nacimiento de La Tertulia Taurina La Montera, que cristalizaría en
1998, entre otros, en la revista de referencia en el mundo del toro, dirigida
por él, y considerada por muchos como la mejor de Andalucía y una de la más
destacada del panorama nacional: La Montera. Allí nace el Trofeo Montera
de Plata que premia al matador más destacado en la Feria de Mayo, y el que
distingue al novillero sin caballos puntero del Centro de Promoción Taurina
Manolete.
Ladislao Rodríguez Galán y
Julio Benítez
También 1998 es el año de la fundación del
Certamen Nacional de Fotografía Taurina-Memorial Ladislao Rodríguez Benítez Ladis,
creado en memoria del padre fallecido un 6 de octubre de ese mismo año y que
cumple su decimosegunda edición. Fue promotor igualmente del premio
periodístico Marcelo Moreno Tarik de Imperio, en honor del fundador de la
primera revista taurina cordobesa que bajo el título de El Califa apareció en
los años 70.
Ladislao Rodríguez Galán y José Luis Cuevas
haciendo su trabajo
Ladis-hijo vivió y plasmó junto al padre los
momentos esculpidos con más hondura en el recuerdo de los últimos 60 años;
tragedias, festividades, accidentes y noticias que son un documento
historiográfico de primer orden. Hoy atesora, además de los años vividos a pie
de calle, por plazas de primera y ruedos portátiles, reconocimientos locales y
nacionales. Veedor incansable de momentos únicos, reconoció por la calle
Gondomar al Rovira que compartió tarde con Manolete en Santander mientras él
venía al mundo y le arrancó imágenes y palabras únicas. El mundo taurino fue el
mismo que le acercó a Ana, su mujer, a quien descubrió tras el objetivo de una
cámara en un tendido. El hijo de ambos, Rafael, hereda el nombre de Lagartijo;
el más grande para este hombre, que siempre encuentra méritos en todos y cada
uno de los toreros. Con ellos ha ido creando una impresionante galería de
gestos y momentos que sólo Ladis sabe captar, dentro y fuera de esta Córdoba
que, en sus palabras, "no está muerta; está dormida"."
TEXTOS: MATILDE CABELLO
COLABORADOR:
FRANCISCO BRAVO ANTOBÓN
MONTAJE Y FOTOGRAFIAS,
JOSÉ LUÍS CUEVAS
Ladis y David Encinas Fernández "El
Punti"
Ladis, Elena Landauro,
Federico Roca, José María Portillo Fabra y José Luis Prieto
Ladislao Rodríguez Galán,
como siempre lo vemos por esos callejones, pendiente que no se escape una buena
foto


