REVISTA DIVERSA EL CALLEJÓN CÓRDOBA
LA DINASTÍA
CORDOBESA DE LOS “ZURITO”
En lo
taurino, la columna vertebral de los “Zurito” parte del señor Manuel,
que el 6 de octubre del año en curso cumpliría si ello fuera posible, ciento
cincuenta años. Inició el camino profesional en lo taurino de la dinastía y
hasta Paco de la Haba Rodríguez que ha sido el último, de momento, que ha
representado con dignidad tan prestigioso apodo.
MANUEL
DE LA HABA BEJARANO ZURITO
Nació en Córdoba el 6 de octubre de 1868,
hijo de José de la Haba que ejercía como mayoral, en la ganadería del ganadero
cordobés Rafael José Barbero y Blancas.
Precisamente, tan cercana dedicación facilitó que el joven Manuel entrara en contacto con cierta facilidad en el mundillo taurino. Si bien el señor José no fue lo que en principio pretendió para su hijo, pues pensaba que lo mejor era alejarlo del entorno del toro y que aprendiera una profesión más segura según él, que la de los toros. Probó suerte en las varias opciones de los trabajos relacionados con la fragua, hasta que definitivamente dejó esta posibilidad de trabajo y entró de lleno en la otra probabilidad laboral, la que desde pequeño le había entusiasmado, quería ser torero… esa simpleza, origina la utilización del apodo que felizmente han conservado sus descendientes.
-Manuel-de-la-Haba-Bejarano-Zurito-fotografía-de-la-Gestauro
En sus primeros movimientos,
alternó el oficio de forjador con los toros, probándose en primer lugar como
novillero, pero dado que sus actuaciones no pasaron de discretas, aunque sí
demostró ser un estupendo jinete, se incorporó por tanto de lleno al tema
taurino, pero naturalmente dentro de lo que mejor se le daba, es decir como
varilarguero.
Como tal se presentó en Los Tejares de
Córdoba el 25 de julio de 1884. Empieza a sumar actuaciones y éxitos, lo que
posibilita que José Rodríguez Bebe Chico le ofrezca el primer contrato fijo y
con él se presenta en Madrid el 28 de agosto de 1892. En la siguiente temporada
figura en las filas de Antonio Fuentes y finalizada esta lo reclama Guerrita,
con el que permanece hasta la retirada del segundo califa en 1899.
Zurito-lehena
Trabaja con José García Rodríguez
Algabeño la temporada de 1900 y en la cuadrilla del cordobés Antonio de Dios
Conejito en 1901.
A partir de esta etapa, digamos que el
mismo dirigió su carrera de la forma que más le convenía. Picó por ejemplo
enrolado en la cuadrilla de Machaquito. También picó a las órdenes de Manolete
-el Sagañón- en las temporadas 1912-1913.
En 1914 se agrupa con los hombres
de Curro Posada.
También tenemos anotadas actuaciones,
acompañando a Rafael Gómez El Gallo y a Joselito de Málaga.
Colgó la pica… en 1926. Diez años
después fallecía (16-7-1936) en Córdoba.
De sus hijos siguieron su camino José y
Francisco y Antonio escogió realizarse como torero a pie, lo que culminó
doctorándose en el coso de Gandía el 26 de octubre de 1924.
JOSÉ
DE LA HABA TORRERAS ZURITO
Digno continuador de la dinastía
iniciada por su padre. Nació el 10 de abril de 1898 en Córdoba, entre capotes
de brega y creció en el ambiente y aroma de toreros y picadores. Este paisaje y
forma de vida hizo que, con apenas quince años, ya asombraba por su destreza en
la monta de caballos, incluso tan joven se probó en alguna tienta echando el
palo…
José de la
Haba
Recién cumplidos los dieciséis, picó por
primera vez en un coso con público, exactamente en la sevillana localidad de
Osuna.
Simultaneó esta afición y tradición
familiar con un empleo en el sector de la ferretería, que más tarde cambió por
la gestión y atención de una carnecería, hasta que definitivamente se centró
por convicción y vocación en la profesión de varilarguero como su padre.
Después de Osuna (Sevilla), se presentó en
Córdoba acompañando a su hermano Antonio.
Iba acumulando prestigio como picador
eficaz y elegante en la realización de la suerte, lo que le llevó a formar
parte de cuadrillas importantes, como la de Juan Belmonte (1926-27); Manuel
Jiménez Chicuelo (1928 y 1929); Cagancho (1930 a 1933); El Gallo (1934) y
1935-1936 se ajustó con Venturita. Finalizada la guerra civil vuelve de nuevo a
la carga, y lo encontramos relacionado por libre con muchos matadores señeros,
tales como: Bienvenida, Curro Caro, Jaime Noaín, Albaicín, Vicente Barrera,
Eduardo Liceaga, Rafael Soria Lagartijo, Calerito, Chiquilín, Julio Aparicio,
Manolo de la Haba, etc. Una extensa nómina de diestros que culminó cuando
anunció su retirada para el 1º de enero de 1959.
De entre las muchas tardes que hubo de
saludar castoreño en mano, hay una que sobresale y que destaca en la historia
taurina cordobesa. Sucedió en el coso de Los Tejares la tarde del día 16 de
diciembre de 1945. Picó de forma excepcional al toro Bailaor de la ganadería de
Manuel Guerrero Palacios; hasta tal punto que al término de los tres puyazos
que recibió el animal, el público le obligó a saludar, y además, cuando Curro
Caro estoqueó a Bailaor, José de la Haba tuvo que dar la vuelta al ruedo muy
emocionado, saludando y devolviendo prendas. En el cartel figuraban junto a
Curro Caro, Carnicerito de Méjico y Julián Marín.
La despedida (1-1-1959) fue en nuestro
antiguo coso, aprovechando el entonces denominado Campaña Pro-Navidad e
Invierno. Salieron al ruedo seis ejemplares del hierro de Rafael Espinosa de
los Monteros, para los matadores: Antonio González, Manuel Sánchez Saco, Rafael
Gago, Antonio Sánchez Fuentes, José María Montilla y Enrique Vega. El veterano
picador estuvo colosal, teniendo en cuenta que se cumplían cuarenta y cinco
años de su primera y juvenil intervención como varilarguero. Al término de la
actuación recorrió el anillo acompañado por José María Montilla, que le había
brindado su novillo. Brindis que se producía por dos motivos: el primero la
despedida del maestro y el segundo porque el diestro hacía su presentación con
caballos.
El 9 de mayo de 1965 tuvo el privilegio
de recibir una arqueta con arena del viejo coso de Los Tejares, para
depositarla en el nuevo piso de Los Califas. Falleció el 10 de febrero de 1977.
ANTONIO
DE LA HABA TORRERAS ZURITO
Fue el sexto hijo del señor Manuel.
Nació en Córdoba el 15 de noviembre de 1901.
En 1915 mató su primera becerra en
Córdoba, alternando con El Melonero y Verdades. A partir de aquí continuó
aprendiendo y toreando en tientas y novilladas menores, hasta su presentación
en Los Tejares vestido de luces junto a Manuel Martínez Viruta y Francisco
Bejarano Torerito, lidiando reses de Velasco Zapata. Poco después se presentó
también aquí con picadores, alternando con Marcial y Pablo Lalanda y ganado de
García Pedrajas. Antes de su presentación torea dos tardes seguidas en Los
Tejares, el 28 de mayo junto a Algabeño y novillos de Surga y el 29 en un mano
a mano con Algabeño y reses de García Pedraja.
ANTONIO
DE LA HABA TORRERAS ZURITO
Hace el paseíllo en la capital del
reino el 25 de agosto de 1922 con Andaluz y Fuentes Bejarano, lidiándose
novillos de Revello.
A partir precisamente de esta
temporada, es cuando su carrera se afianza alternando con las figuras más
prestigiosas.
Para la temporada en cuestión tenía
ajustadas cuarenta tardes, cifra que le fue imposible cumplir, por una cornada
que le infirió un novillo en Jerez de la Frontera el 17 de septiembre,
circunstancia por las que perdió 16 novilladas. El 26 de octubre de 1924 toma
la alternativa en Gandía (Valencia) de manos de Manolo Martínez y de testigo
Manuel Báez Litri.
Toros del hierro de Herederos de Vicente
Martínez. Junto con su hijo Gabriel fueron de la dinastía, los dos únicos
matadores de toros.
Confirma el doctorado el 14 de junio de
1925, actuando de padrino Emilio Méndez y testigo Juan Anlló y Orrio Nacional
II. El toro de la ceremonia se llamó Corchero de la ganadería de Matías
Sánchez.
La temporada siguiente sumó veintisiete corridas, cifra que pudo ser más
alta, pero un ejemplar de Murube le enganchó el 7 de marzo en Castellón lo que
le fastidió varios contratos.
En 1928 sufre un cuadro de disnea,
siendo rara la tarde que no pasaba por la enfermería para atenuar su dificultad
respiratoria. Consecuentemente bajó ostensiblemente el número de actuaciones,
hasta llegar a 1930 en la que hizo el paseíllo sólo dos tardes.
En 1931 renuncia al doctorado e inicia
de nuevo el camino como novillero.
Decepcionado, prueba fortuna como
subalterno a partir de 1937, y sin emplearse de forma fija con ningún diestro,
alterna con los hombres del rejoneador Antonio Cañero y esporádicamente torea
con Marcial Lalanda, Morenito de Valencia, Manolete, Pepe Luís Vázquez y
algunos diestros más.
El domingo de Resurrección de 1943
torea en Córdoba junto a Miguel del Pino. No tuvo la fortuna de su lado, y un
novillo de García Pedrajas le infiere una cornada que le hace retirarse de la
práctica taurina y así lo decide de forma definitiva en 1944.
El pundonoroso torero cordobés fallecía
en la ciudad que le vio nacer, el 28 de enero de 1965.
FRANCISCO
DE LA HABA TORRERAS ZURITO CHICO
Fue el benjamín de los nueve
hermanos y cuarto varón de la dinastía. También nacido en la tierra de los
califas, el 5 de octubre de 1905.
Francisco
de la Haba
Francisco de la Haba ha pasado a la
historia taurina como un buen varilarguero, que paseó dignamente el apodo
Zurito. Su carrera resultó más corta que la de sus hermanos, debido a un
percance que sufrió en la Maestranza sevillana.
Inició la trayectoria probándose como
novillero, pero ni le convenció ni resultó ser la mejor elección. Abandonó
pronto la inclinación de ser torero de capote y muleta y se montó en lo que
mejor conocía, en el caballo… preparándose concienzudamente para ser alguien
como varilarguero, habilidad en la que triunfó como era de esperar.
La carrera
de piquero la inició en Cabra el 8 de abril de 1928. El 22 del mismo mes actuó
en Andújar con superior éxito en ambas, hasta el punto de que le salieron
veinte tardes más, que le supuso una inyección de moral y de enseñanza
práctica.
En 1929 entró a formar parte de la
cuadrilla de Manuel Molina Atarfeño. Al llegar el invierno su hermano Antonio
se lo llevó para cubrir los contratos firmados en América.
Y en 1930 requirió sus servicios y
buen hacer Lorenzo Garza, con el que estuvo hasta su incorporación al equipo de
José Vera Niño del Barrio. Posteriormente estuvo con Palmeño, y finalmente
quedó integrado en las huestes de Manolete entonces novillero, con el que
estuvo fijo durante cinco novilladas y la alternativa en Sevilla. Precisamente
esa tarde fue un antes y un después en la trayectoria de Francisco, pues picó
al segundo toro del doctorado, un animal bronco que se dolía con el palo, y que
propició las tres caídas aparatosas que sufrió el picador cordobés; caídas que
ocasionaron a la larga un daño físico irreparable. No obstante, a pesar del
grave inconveniente que suponía picar, lo volvió a hacer en Sevilla.
Homenaje
Francisco recibiendo el importe
Como resultado del accidente, estuvo
diez años sufriendo las consecuencias, tres de los cuales los pasó postrado,
hasta que en plena juventud dejó de existir el 8 de noviembre de 1949, con tan
sólo 44 años de edad.
Antonio,
Gabriel
y Manolo, en un homenaje en el Castoreño, foto: Cuevas
ANTONIO
DE LA HABA VARGAS ZURITO
Hijo de Antonio de la Haba Torreras,
nace el 28 de junio de 1931 asimismo en Córdoba. Se inicia como novillero en
Bujalance con 18 años, lo que indica claramente que no fue muy precoz en esto
del toro. El resultado artístico fue esperanzador, por lo que a renglón seguido
actúa en un considerable número de novilladas sin caballos. En general sus
tardes fueron dignas pero no lo suficientemente impactantes como para
sobresalir y arrastrar a la afición.
Antonio en
la plaza de la Lagunilla, junto al busto de Manolete, foto: Cuevas.
Decide pasar al escalafón de
subalternos, alternando en primer lugar en la cuadrilla de Pepe Quesada,
después se enroló en la de Miguel Montenegro, a continuación lo hace
acompañando a Alfonso González Olmo Chiquilín y finalmente recala junto a su
hermano Gabriel, con el que cubre casi toda su trayectoria taurina.
Antonio de la Haba se retiró del
toreo activo en Sevilla, el día 12 de octubre de 1967.
MANUEL
DE LA HABA VARGAS ZURITO
Hermano del anterior y segundo hijo
torero de Antonio de la Haba. Manolo nace el 16 de junio de 1934. Cordobés como
sus hermanos. Tras el oportuno aprendizaje en tientas, torea en varios festejos
– temporada de 1952- como novillero, calando por su empaque y buen hacer.
Manolo de la Haba, Matías Prats,
Cristóbal Sánchez Contreras, Salvador
Sánchez Marruedo "El Pipo"........
En 1953 se presenta con picadores el
14 de mayo en Montoro (Córdoba), en una novillada patrocinada por los Antiguos
Alumnos del Colegio Maristas. En el cartel le acompañaron Ángel Martorell y
Manuel Benayas quien también se presentaba con caballos. Los novillos lidiados
fueron tres del hierro de Calderón y tres de Manolo González. El 29 de julio de
ese mismo año, hace el paseíllo en Córdoba lidiando novillos de Marceliano
Rodríguez junto a Pepe Ordóñez y Antonio Vázquez.
Manolo
junto a sus hermanos Antonio y Gabriel
.En la temporada de 1954 alternó en
cinco ocasiones y tres en 1955. Toma la decisión de cambiar la seda por el
percal, categoría en la que triunfa, destapándose como un eficaz y garboso peón
de lidia. Su trayectoria comienza un 18 de julio de 1959 y la cierra el 7 de
octubre de 1978. En este periodo acompañó a los matadores que siguen: Manuel
Benítez El Cordobés, José María Montilla, a su hermano Gabriel, José Fuentes,
El Puno, Niño de la Capea, Parrita y El Mangui.
GABRIEL
DE LA HABA VARGAS ZURITO
Hermano de Antonio y Manuel de la Haba,
nace el 14 de septiembre de 1945 en el barrio de Santa Marina de nuestra
Córdoba.
Con apenas 13 años lidió en Ronda una
becerrada acompañado de Juan Jiménez y El Puri. Por cierto que este festejo lo
organizó el tío de Agustín, lo que dio pié a que en adelante, torearan juntos
Gabriel y El Puri muchísimas tardes. En concreto, la temporada de 1960 sumó
Zurito emparejado con Agustín veinte tardes y cuarenta en la siguiente.
Gabriel
de la Haba "Zurito" entre Diego Puerta y Rafael Peralta, y Jaime
Ostos Plaza de Toros de Albacete, feria del año 1964
Con paso firme en el 63 se encaramó al
primer puesto del escalafón, figurando en 85 carteles y pudieron ser 113, si
tres inoportunas cogidas no se lo hubieran impedido. Lo acompañaban en la
cuadrilla sus hermanos y “El Niño del Brillante”. Lo apoderaba Rafael Enríquez
Piédrola y le auxiliaba Antonio Mata.
Esta temporada hizo su primer doblete:
toreó el día 7 de abril en Barcelona a las 12 de la mañana y por la tarde actuó
a las 5 en Valencia. Circunstancia que le sugirió el empresario catalán Pedro
Balañá, quién tenía un marcado interés en que repitiera en Barcelona, tras el
resonante triunfo de Gabriel el anterior 24 de marzo. Para llevar a cabo las
actuaciones, Balañá fletó para el torero, la cuadrilla y el fotógrafo Carretero
un avión.
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El resultado artístico fue: dos orejas
en la Monumental barcelonesa y otros dos apéndices en Valencia donde alternó
con El Cordobés y Paco Pastor.
El 27 y el 30 de mayo lo vemos en
Córdoba con resultado positivo al que ya nos tiene acostumbrados. Repite el 27
de septiembre.
En este mismo mes pero el día 7 realiza
otra jornada doble: por la tarde en Aranjuez junto al Pireo y José Fuentes y
por la noche en Málaga acompañado por El Jerezano y de nuevo El Pireo.
Dentro de la vorágine de contratos,
figura la presentación en la Monumental madrileña, el 25 de septiembre
acartelado con El Jerezano y El Puri. Repitió el 26, cortándole una oreja al
primero de Núñez.
Continúan los éxitos y decide tomar la
alternativa en Valencia, el 24 de mayo del 64 de manos de Miguel Báez Litri y
testigo Joselito Huerta. El toro de la ceremonia se llamó Repollito de Manuel
Arranz. Los tres espadas salieron por la puerta grande.
El 26 de septiembre disfruta y
disfrutamos de un cartel de lujo en Córdoba: Antonio Bienvenida, Gabriel y El
Pireo que toma la alternativa.
Durante las temporadas siguientes
sigue en la brecha con la impronta de torero lidiador importante y
conscientemente valiente. Demostraba todas las tardes su dominio del toreo
profundo y una entrega verdadera sin concesiones a la galería.
En la temporada de 1965, tiene lugar un
suceso importante para nuestra tierra y fue la INAUGURACIÓN EL 9 DE MAYO DE
1965 DEL COSO DE LOS CALIFAS. Imborrable espectáculo, en el que la terna
formada por José María Montilla, Manuel Benítez El Cordobés y Zurito,
estuvieron a la altura de las circunstancias ofreciendo una tarde inolvidable.
José María de blanco y plata, lidia al primero de la tarde de nombre Cartujano
marcado con el hierro de Herederos de Carlos Núñez. No estuvo acertado con el
estoque, lo que no impidió que los aficionados le ovacionaran y le premiaran
con la oreja del primer toro. En su segundo dio la vuelta al ruedo tras una
insistente petición de apéndice.
El Cordobés de grana y oro, recibió del
primero de su lote, una cornada en la axila, que a punto estuvo de costarle la
tarde. Pero su probada actitud hizo que siguiera en el ruedo, y que el devenir
de las faenas fueran interesantes. De este su primero, pasea una oreja. Sale
muy resuelto en el segundo y construye una gran faena, que merece las dos
orejas y el rabo y el reconocimiento unánime de los asistentes, que le obligan
a dar dos vueltas al ruedo.
Zurito de rosa y oro, torea con empaque
y sabor a su primero, de nombre Recortito, cortándole un apéndice. En su
segundo estuvo superior, rebosando casta y maestría, logrando los máximos
trofeos. El público puesto en pie le ovacionó con fuerza. Hubo intentos de
sacarlo en hombros, pero el de Santa Marina se negó por respeto a sus
compañeros, pues Montilla había cortado una oreja y El Cordobés estaba siendo
atendido en la enfermería.
Confirma
el doctorado el 19 de mayo del citado año. Fueron sus compañeros: Joaquín
Bernardó y Jaime Ostos. El toro de la confirmación se llamó Sevillano, del
hierro de Cobaleda.
Para no hacer este recuerdo muy pesado
en cuanto a datos y fechas, generalizamos reafirmando que el resto de
temporadas hasta su retirada fueron muy interesantes y repletas de
acontecimientos, unas veces de corte local y otras a nivel general. Subrayar
que siempre estuvo atento a su Córdoba y a prestarse en cuantos festejos
benéficos se organizaban.
En el 68 por ejemplo, se hace acreedor
del prestigioso Trofeo Municipal Manolete.
Paulatinamente fue disminuyendo sus actuaciones, de forma que optó por
despedirse taurinamente de Córdoba el 26 de mayo de 1970. Escuchó una fuerte
ovación en su primero y cortó la oreja al segundo de su lote. Y de forma
definitiva lo hizo en Daimiel (Ciudad Real), ruedo en el que realizó su último
paseíllo vestido de luces, -3 de septiembre-, alternando con el rejoneador
Ángel Peralta y los diestros Calatraveño y Juan Asenjo Calero. De esta forma
Gabriel puso punto final a su etapa profesional, pero no su inquebrantable
afición ya que de una forma u otra siempre ha seguido de cerca el mundillo
taurino, y como ejemplo basta un botón… encauzó acertadamente la carrera
taurina de Finito de Córdoba.
FRANCISCO
DE LA HABA RODRÍGUEZ ZURITO
Biznieto del señor Manuel. Se le conoce a
Francisco en el mundillo taurino por Paco de la Haba. Hijo de Paco de la Haba
Martínez y de Rafaela Rodríguez López. Nace en Córdoba el 24 de noviembre de
1966.
Cuando estudiaba segundo de B.U.P en
Lasalle, ya acudía como alumno a las clases taurinas que se impartían en la
Escuela Taurina Manuel Benítez El Cordobés del Círculo Taurino; contaba catorce
añitos… por entonces sólo contaba con su generacional tilde taurino y de
momento, una sola pretensión: probarse para así decidir en su momento el camino
a tomar.
Eran los años en que también formaban
parte de la Escuela Antonio Manuel de la Rosa, Rafael Herrero, Juan Carlos
Domingo y Rafael Mangas. Justamente con Mangas se forjó la idea de preparar una
nueva pareja de niños cordobeses, proyecto que no cuajó y decidieron marchar
ambos por separado y que la decisión y la suerte les guiara.
El 23 de abril de 1982 tentaron los
dos varias vacas y lidiaron un novillo semental de la ganadería de Clemente
Parras. Asimismo torearon emparejados en Montoro el sábado Santo del mismo año.
Se presenta en Madrid como novillero
sin caballos, tuvo lugar el 19 de julio de 1984, con ganado de doña M. Pérez
Tabernero. El cartel lo formaban jóvenes promesas: José Andrés, Andrés
Caballero y Paco de la Haba.
Se presenta con picadores en Torralba
de Calatrava (Ciudad Real) el 15 de septiembre de 1984.
Justo es recordar que este nuevo
Zurito, encendió la llama de los aficionados cordobeses, que anhelaban aplaudir
a otra figura de la tierra, pero este deseo por unas razones u otras no llegó a
cumplirse.
El 7 de abril de 1985 es anunciado en
Córdoba para abrir la temporada junto a Rafael Gago y Manuel Díaz Manolo. Se
lidiaron novillos de Lora Sangrán. En el transcurso de la corrida tuvo lugar la
despedida de los ruedos, tras dilatada carrera, del banderillero Cristóbal Alba
Minuto fallecido en febrero del 2017.
Cerró la temporada del 85 con cuatro
novilladas, la del 86 con siete y la del 87 con sólo una tarde. Motivo
suficiente para abandonar la pretendida y no consolidada trayectoria taurina,
del último representante por ahora, de tan prestigiado apodo.
Francisco Bravo Antibón
JOSE LUIS
CUEVAS
Fotos,
Montaje y Editor
Jose María
Montilla, Gabriel, de la Haba "Zurito" y Manuel, Benítez "El
Cordobés" en la presentación del cartel de la Corrida de Toros por
sus 50 años de la inauguración de la Plaza de Toros Los Califas, y a beneficio
de la asociación del cáncer.
“El Cordobés”,
Gabriel de la Haba “Zurito” y José María Montilla, en el 50 aniversario de la
plaza de toros de los Califas
Tendido
Cero y Pepe Toscano, hicieron un reportaje en la casa de paso que se encuentra
en la Plaza de la Lagunilla, junto a la casa que nació Manolete, invitado
Antonio de la Haba.
Antonio y
Gabriel, junto a Jose Antonio Nieto y compañeros y amigos
Todocolección
Todocolección
Homenaje
en el Castoreño a Antonio, Manolo y Gabriel, en la mesa Miguel Molina Rafael
Sánchez y Jose María Montilla.
Homenaje a
Gabriel de la Haba en el Castoreño, acompañado por Fernando Tortosa, El Califa,
Jose María Montilla, Jose María Portillo Fabra, "El Puri" Rubén y
Manuel Cano "El Pireo"
Gabriel en la Cigarra acompañado de sus amigos y
compañeros arriba Rubén Cano, Gago hijo abajo, Califa, Montilla, Gabriel, El
Pireo, Gago, Chiquilín, Tortosa, y Manuel Rodríguez. Foto Cuevas



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