sábado, 16 de noviembre de 2024



 JOSÉ GARRIDO TORRERO PEPIN GARRIDO 



            Nace en Córdoba el 5 de noviembre de 1927, y fallece en nuestra ciudad el 9 de octubre de 1996, tras padecer una enfermedad pulmonar irreversible.
               Como casi todos los toreros, sus inicios fueron de novillero, pero sólo un par de ocasiones bastaron para asumir que no había escogido el camino adecuado...y al no lograr el resultado que deseaba, decidió probarse como subalterno. Y así fue, a partir del año 1949, se enroló en varias cuadrillas de toreros cordobeses, con las adquirió madurez y oficio. Por ejemplo: Pedrín Castro, Manuel Rodríguez Blanco El Mangui, Paco Raigón…
            Con más experiencia, también acompañó a José María Martorell, Luís Miguel Dominguín, Ángel Teruel, Manili, Manolo Arruza, Roberto Domínguez, Espartaco (hijo) y Eloy Cavazos entre otros diestros. 
                En los años sesenta entró a formar parte de los hombres de plata de Manuel Benítez El Cordobés, con el que estuvo más de diez temporadas.

          Fue uno de los afortunados, al estar presente en la inauguración del Coso de los Califas (9-5-1965), formando parte de la cuadrilla de Manuel Benítez. En tan histórica fecha, tuvo como compañeros de lidia a Paquito Ruiz y Mariano Guerra, y a los picadores Juan María García Palero y José Ramos.
           Estando a las órdenes de El Cordobés, sufrió en Granada el 16 de junio de 1965, una grave cornada que le infirió un ejemplar de la divisa de Manuel Arranz.
             También en el apartado de cogidas, tuvo otra el 8 de agosto de 1980 en la Malagueta, de pronóstico grave. Un toro de Benítez Cubero le hirió en la zona pectoral.
          En la temporada de 1982, participó en dos novilladas a las órdenes de Herminio Fernández Fernández Cayetano, en Villacarrillo (Jaén) y en Baza (Granada), siendo ésta, la última intervención vestido de luces.
             Como torero de plata, manejó capotes y banderillas con suma eficacia. Y en el aspecto personal fue un buen hombre, un fiel subalterno y amigo de los matadores con los que estuvo.

Francisco Bravo Antibón 



José Luis Cuevas 
Montaje y Editor



 Manuel Benítez "El Cordobés", José Cuevas Ojeda Y detrás Pepín Garrido

Vestido Que regalo Pepín Garrido a la tertulia Santa Marina, Esta expuesto en la Taberna la Sacristía

Vuelta al ruedo del Cordobés en la plaza de los tejares acompañado de dos de sus banderilleros entre ellos a la derecha Pepín Garrido

Pepín Garrido haciéndole un quite a Miguelin que se tiro de espontaneo 
en las Ventas en Mayo del 68


jueves, 14 de noviembre de 2024

 EN RECUERDO DE,

CRISTÓBAL SÁNCHEZ CONTRERAS EL NIÑO DEL BRILLANTE



(      La entrevista corresponde a la que le realicé para TOREROS DE CÓRDOBA, con la excepción de los últimos párrafos dedicados a su fallecimiento)

          Sus padres eran naturales de Almodóvar del Río, pero desde muy jóvenes se afincaron en la zona del Puentecillo -barriada del brillante- de ahí su sobrenombre.. El cabeza de familia ejercía de zapatero. El matrimonio tuvo siete hijos, dos de los cuales: Cristóbal y Julio se dedicaron profesionalmente al mundo del toro como toreros de plata.

        Cristóbal nació el 8 de diciembre de 1931. Cuando contaba nueve años entró de aprendiz en el taller de platería de Antonio Osuna Luque, empresa a la que estuvo vinculado durante dieciocho años. Me es grato dejar constancia sentimental, de que mi padre fue muy amigo de la familia Osuna e incluso le permitieron realizar algún que otro juego de pendientes… Por esta razón llegó a conocer al entonces chavalillo. Dicho esto, continuamos con la semblanza del futuro torero. Este empleo juvenil, siempre lo ha recordado Cristóbal con mucho cariño, porque le trataron muy bien, como a un hijo más, y eso que el maestro orífice, tenía nada menos que ocho vástagos – tres hembras y cinco varones - , pero fueron muy consecuentes con la afición del joven. En más de una ocasión le dieron permiso para desplazarse a Salamanca o a la provincia de Córdoba para asistir a capeas.


EL NIÑO DEL  BRILLANTE Y MANUEL DE LA HABA

       ...”cuando tenía dieciséis años, empecé como becerrista a tantear el terreno, iba por ejemplo a Salamanca a las tientas. Y quiero decir que la gente de la zona se comportaban muy bien, nos trataban estupendamente, porque reconocían lo duro que es el mundo de los jóvenes aspirantes, eran otros tiempos. Aprendí a torear a base de tentaderos, herraderos, y todo lo que caía… hasta que me apunté a la Escuela Taurina”…

        Debuta en Los Tejares en 1948, formando parte de la terna en la Becerrada Homenaje a la Mujer Cordobesa. Tras este bautismo público, siguió toreando en festejos menores y en otros de más importancia. Nos referimos a las temporadas 1950-1955. Destacando en todas las funciones más de banderillero que de matador. Empezaba a destacar como un buen rehiletero, conocedor de los terrenos y dotado de una estética y torería muy del agrado de los aficionados.


Manolo de la Haba, Matías Prats, Cristóbal Sánchez, Salvador Sánchez Marruedo y Finito de Triana.

         ...”los palos se me daban bien. Recuerdo que una vez, yendo para Dos Torres a una tienta, paramos en Pozoblanco, y nos colamos para ver la nocturna que allí se celebraba. Andábamos por el callejón con el beneplácito de Cordobita, que era el que llevaba la plaza. Se dio la circunstancia de que el ganado era bronco y no daba facilidades para banderillearlo… me pidió Cordobita ayuda, y con la ropa normal salté al ruedo y le puse los palitroques a casi todas las vacas…. Y viendo el resultado me dijo: muchacho, si quieres, como damos festejos todos los sábados, te vienes y te pago la cena y el viaje, colaboras en la lidia y a la vez te sirve para coger oficio. Tendría yo dieciocho años.·”...

          Visto que lo suyo era ser banderillero, se preparó a fondo para conseguir un hueco entre los toreros de plata.

         Oportunamente cumplió con la obligación del Servicio Militar, y a renglón seguido dio el salto a Barcelona y alternó algunas tardes por la zona. De allí se bajó a Madrid y toreó bastante, porque en los pueblos las corridas eran muy duras y había sitio para todos e incluso veía dinerito… Era frecuente que faltasen subalternos, que resolvieran las dificultades que planteaba el ganado, y por el mismo motivo los empresarios pagaban bien.


CRISTÓBAL, EL CORDOBÉS Y UNOS AMIGOS

          ...”Incluso se daba el caso de que se precisaban seis subalternos, y en la puerta estábamos cuatro…, así es que había que torear como seis, pero también es verdad que nos pagaban también como seis… y después no los repartíamos a escote.”...

         Este incómodo inicio de su trayectoria, le llevó a conseguir predicamento entre la gente del toro, y en la temporada del cincuenta y seis entra en un cartel de categoría, en la cuadrilla de José María Martorell, al que acompañaban Antonio Bienvenida y “creo que Joselito Huerta”...dice Cristóbal. Martorell le ofreció la posibilidad de integrarle esa tarde especial en la cuadrilla, como “cuarto hombre”. Estuvo muy eficaz y el resultado fue que ya no paró…

           Ya como profesional, figuró en las cuadrillas de Pacorro, Limeño, Antonio Cobo, El Caracol, José Fuentes, Manolín Sánchez Saco, El Cordobés, José María Montilla, El Hencho, Paco Bautista, y de forma continuada con Gabriel de la Haba Zurito, con el que estuvo hasta la retirada del matador.

.          ..”Con Zurito toreábamos mucho, fue una época muy bonita. Sobre todo por la gran cantidad de corridas y por el trato. Tanto a Gabriel como a El Puri los conocía desde chavalillos, porque iban a vernos entrenar en la explanada de Paco Acedo. Ahí surgió la pareja taurina y entonces le preparamos una presentación en Ronda. A partir de esa tarde vinieron los triunfos.

           Con José Fuentes también estuve cómodo. Y de Limeño, lo que más recuerdo es que toreamos ganaderías muy duras, y bastantes de Miura...”...

         Su fama de banderillero importante, la cimentó por su elegancia con el capote y sobre todo, clavando las banderillas de forma impecable y saliendo de la conjunción con empaque.


VUELTA AL RUEDO

         ...” Mi forma de banderillear era siempre la de ir con verdad hacia el toro, y no entrar con traición, ni a la media vuelta… no era mi forma de entender la suerte; yo, si no era alegre el toro, esperaba hasta que hacía por mí y entonces sacaba los brazos y clavaba. El par que más me gustaba realizar era el de poder a poder.”…

          En su haber tiene muchas tardes de éxito, muchos saludos desde el tercio, incluso hasta una vuelta al ruedo que dio en la Monumental de Barcelona por aclamación unánime.

          ...”se puede decir que dentro de este escalafón fui un privilegiado, por como me respetó el público y también los toreros con los que estuve.

        Recuerdo a muchos compañeros, también muy buenos, como Tito de San Bernardo que iba con Paco Camino, Manolo de la Haba Vargas, Vito, Luís González, Finito de Triana y algunos más que ahora no recuerdo...”...

           Toreó por última vez en la cuadrilla de Paco Bautista, del que guarda muy buenos recuerdos. Estaba ya para retirarse en el 72 y Paco le sugirió alargar la carrera, pero no sumó las corridas suficientes, como para que Cristóbal viviera del toro. Toreando en Barcelona decidió cortarse la coleta y retirarse.

            Acto seguido se dedicó a ayudar a su hermano Julio que acababa de crear una empresa de repuestos para el automóvil. ! Cambió la seda por el cigüeñal !…

          Tan buena persona, tan buen torero, tan buen amigo. Nos dejó el pasado día 30 de Enero. D.E.P.

Francisco Bravo Antibón

Jose Luis Cuevas

Montaje y Editor

lunes, 11 de noviembre de 2024



 CONCHA CALERO Y

“MERENGUE DE CÓRDOBA” 



           …El sentimiento y el zapateado del baile caleriano, más los compases sentidos y profundos de la guitarra del Merengue…
Referirse a Concha Calero y no hablar de Merengue de Córdoba, o a la inversa, no es posible, porque su vida y obra artística discurre de forma paralela y siempre, afortunadamente para nosotros, con el reconocimiento y aplauso de aficionados y admiradores de todo el mundo. Ambos, nacidos en nuestra tierra son dos enamorados de la Córdoba romántica, la que cantan los poetas y que se vive en sus rincones y callejas. El sentimiento y el zapateado del baile caleriano, más los compases sentidos y profundos de la guitarra del Merengue, acompañan la blanca y reposada mirada de la luna al Guadalquivir…
          Siendo Córdoba singular por sus desgarrados cantes, bailes y guitarras, es la elegida por el destino, para la cuna de Concha Calero y Rafael Rodríguez Merengue de Córdoba. Ellos suponen el punto y seguido, de un arte con dos personalidades en una sola trayectoria incomparable. En Concha, se mezclan sabiduría, música y raza, sin más medida ni regulación que los dictados de un corazón con mucho duende. Y Merengue interpreta la espontaneidad, la verdad y lo sublime. La compenetración de ambas personalidades, desemboca en una forma de ver y de sentir en suma, el transcurrir de la vida y sus historias. Es la mezcla de la emoción, la alegría y la tragedia, explicados a través del baile, el cante y la guitarra.

                           MERENGUE DE CÓRDOBA 



             Nació - en lo artístico -, allá por los años sesenta en el tablao flamenco del Zoco de Córdoba. En 1962 recibió el primer premio de acompañamiento en el Concurso de Jerez. Fue el primer peldaño de una carrera apretada de trabajo y de conocimientos. Sus toques no son ya para el corrillo de amigos, sino para figuras del cante como Valderrama, Curro de Utrera, Enrique Montoya, Niña de Antequera y un largo etcétera. Su vida artística discurre a tope. Estuvo en los tablaos de La Macarena de Barcelona, y en los madrileños de Arco de Cuchilleros y Duende. En 1968 consolida su trayectoria, al conseguir el Premio Nacional en el Concurso de Córdoba.
            Ha sido y es, guitarrista oficial en numerosas ediciones de los concursos nacionales de Córdoba y de Las Minas.


          Paralelamente, Concha Calero cultiva su arte en varios ballets flamencos, recorriendo con éxito países de toda Europa, lo que hace que su fama y buen hacer, le acrediten como una de las bailaoras con más técnica y raza que ha dado el mundo del
flamenco. Debuta como solista en El Zoco y allí conoce a Merengue,           y tras el periodo de noviazgo, se unen en matrimonio en 1971.
En 1975 la contrata el Ballet Nacional de España con el que recorre, cautivando al público, Inglaterra, Bélgica, Francia, Holanda, Brasil, y el norte de África en 1971. 

                                    CREACIÓN DEL ESTUDIO DE FLAMENCO 

              Como pareja artística, reconocida, dentro y fuera de España, deciden crear una academia de flamenco, en un local adecuado de la Puerta del Rincón de Córdoba. En su fachada, figura una composición de azulejos típicos, cuyo texto proclama su dedicación: 


ESTUDIO FLAMENCO
BAILE Y GUITARRA
CONCHA CALERO y RAFAEL MERENGUE 

              Academia de la que han brotado nuevos valores del baile y de la guitarra. A destacar entre ellos, las hijas de Concha y Rafael: Desiré Rodríguez Calero La Merenguita y Coco Calero. Valores importantes dentro de la disciplina general del baile, en cuyo catálogo de artistas, ya cuentan con un sitio y una trayectoria tan notable como consolidada. Sus creativas actuaciones, emergen sin duda, de la unión de dos grandes, como son sus progenitores y maestros. Actualmente Desiré (Premio Nacional del Concurso de Arte Flamenco) es quien dirige la Academia de Concha y Merengue de Córdoba en la calle Isabel Losa, 10.
                Independientemente de esta pincelada familiar, es obligado y grato recordar que Merengue ha sido maestro de grandes de la guitarra, como: Vicente Amigo, José Antonio Rodríguez o Paco Serrano.



                        PINCELADAS DE LA TRAYECTORIA DE CONCHA 

            …Nací en el barrio de Santa Marina…
Concha Calero inició su relevante carrera muy joven y llegó a grande enseguida. Estaba predestinada, por la profundidad y garra de su baile, a tocar con sus manos de bailaora, el cielo del arte…
          Tras recorrer algunos países europeos, formando grupo con varios ballets flamencos y de vuelta a su Córdoba, se incorpora como figura solista en el tablao El Zoco, en el que también destacaba y triunfaba el joven Merengue. Coincidencia que unió a ambos como novios y más tarde como matrimonio.


         Concha tiene en su haber artístico, el haber actuado en los más importantes festivales y eventos del flamenco. Entre cientos de premios y reconocimientos, destacamos el Primer Premio al Baile Encarnación Lòpez La Argentinita, que obtuvo en 1983. Y sobre todo el eco que la Academia de Flamenco, que inició conjuntamente con su marido El Merengue, ha tenido en el mundo. El baile de Concha Calero y el toque maestro de Rafael han engalanado artística y didácticamente, un mundo tan amplio como complicado, a la par que académico, cual es el mundo del flamenco.
            Su amplia trayectoria le ha llevado a intervenir en muchos y prestigiosos programas de televisión.
             Al igual que su marido, guarda con cariño en vitrinas, cientos de recuerdos, insignias y placas, de entidades relacionadas con la flamencología pura. 



        CONCHA SE DESPIDE DE LOS ESCENARIOS 

El 9 de septiembre de de 2006, en el transcurso de un acto flamenco, celebrado en el Alcázar de los Reyes Cristianos, Concha se despedía de los escenarios. Junto a élla, el compañero de toda la vida: Rafael Rodríguez Merengue de Córdoba y sus hijas: Desiré La Merenguita y Coco Calero, dignas y capaces sucesoras, del extraordinario arte de la genial bailaora de Santa Marina.
…”Su actuación, como siempre, fue magistral. Dio a su público todo el arte genuino que lleva dentro y una vez más ¡no defraudó! La noche se volvió mágica y se llenó de arte flamenco. Su carisma es reconocido por todos.”…(reseña del Diario Córdoba) 

                  DOS ARTISTAS MUY QUERIDOS POR LOS CORDOBESES












       Después de tantos premios, quizás lo que más le ha hecho ilusión a Merengue, ha sido ser nombrado Rey Mago por un día… Y ¡como no!, haber recibido el reconocimiento, en este caso reconocimiento por partida doble, como Cordobeses del Año 2006. Un merecimiento, entre muchos, pero singular por venir directamente de sus paisanos, que nos consta guardan en lo más íntimo de su corazón. 

Francisco Bravo Antibón y Rafael Rodríguez "Merengue de Córdoba"


           Por su parte, Concha recuerda con ternura y nostalgia, la despedida como bailaora profesional en el Alcázar y el homenaje que dentro de la gala, en este caso especial, que anualmente organizaba en el Gran Teatro, la Cátedra de Flamencología (dirigida entonces por el ilustre Agustín Gómez), le dedicó en diciembre del 2006.
            Posteriormente la Asociación de Artistas Flamencos de Córdoba, en 2016, también en el Gran Teatro de Córdoba, le dedicó otro homenaje de reconocimiento. En el transcurso del cual, un grupo de antiguas alumnas bailaron, haciendo gala de lo mejor que aprendieron con Concha. El acto que giró en torno al querido y admirado cantaor de flamenco El Pele. 

                        LA SEMILLA FLAMENCA DE CONCHA Y MERENGUE 


                      Concha Calero, María ángeles Coco Calero y Desiré la Merenguita

            Sin duda sus dos hijas: María Ángeles Coco Calero y Desiré La Merenguita, ambas dedicadas profesionalmente a la danza. Son actualmente dos reconocidas profesoras de baile. María Ángeles ejerce en Marbella como profesora de flamenco, (Escuela de Arte y Cultura de Marbella Coco Calero) organizando cursos auspiciados por el Excmo. Ayuntamiento. Y Desiré, como antes apuntamos, dirige la actual Academia de Concha y Merengue de Córdoba. 

                           Retrato de Desiré, obra de José Luis Cuevas

         María Ángeles tiene en su haber, el primer premio Peña Flamenca La Perla de Cádiz (1997), primer premio en Jóvenes Flamencos de Córdoba y Provincia (1999) y primer premio Estepona Flamenca (2003).
              Desiré cuenta en su brillante trayectoria profesional, con el Premio Nacional de Flamenco obtenido en el 2001. Así como numerosos reconocimientos.